La investigación deductiva tiene como objetivo probar una teoría existente, mientras que la investigación inductiva tiene como objetivo generar nuevas teorías a partir de los datos observados. La investigación deductiva funciona de lo más general a la más específica, y la investigación inductiva funciona de las observaciones más específicas a las teorías más generales.
El razonamiento deductivo utiliza un enfoque de arriba hacia abajo. Por lo general, comienza con la selección de una teoría preexistente sobre un determinado tema de interés. La teoría se reduce luego a hipótesis más específicas que pueden ser probadas. A continuación, se recogen las observaciones para abordar las hipótesis. En última instancia, esto lleva a la capacidad de probar las hipótesis con datos específicos y confirmar o negar la teoría original.
El razonamiento inductivo funciona en la otra dirección, y se basa en gran medida en un enfoque de abajo hacia arriba. El razonamiento inductivo comienza al detectar patrones y regularidades dentro de observaciones y medidas específicas. A partir de estos patrones, se formula una hipótesis tentativa que puede ser explorada. Finalmente, algunas conclusiones o teorías generales se desarrollan a partir de los resultados encontrados al probar la hipótesis.
El razonamiento inductivo es más abierto y exploratorio, especialmente al principio. El razonamiento deductivo es más estrecho y se ocupa de probar o confirmar hipótesis. En la práctica, la mayoría de los proyectos de investigación involucran el uso de enfoques tanto inductivos como deductivos en diferentes etapas de estudio.