El Monte Hood se formó como un estratovolcano a partir de capas de flujos de lava, cenizas del aire y flujos de lodo volcánico. Su construcción principal es de una familia de rocas conocida como andesita. El volcán inicial se formó hace más de 500,000 años, y ha visto largos períodos de inactividad seguidos por cortos períodos de actividad que formaron la montaña.
La National Science Foundation informa que dos tipos de magma se mezclaron unas semanas antes de cada una de las erupciones históricas de Mount Hood. Esta mezcla es diferente a lo que ocurre en muchos otros estratovolcanos, incluso aquellos dentro del mismo rango de Cascade que Mount Hood, como Mount St. Helens, a solo 60 millas de distancia. Mezclar los dos tipos de lava hace que la presión aumente, causando una erupción, pero generalmente es menos violenta que las erupciones de otros volcanes. Esta misma mezcla proporciona los ingredientes necesarios para la formación de andesita, lo que lleva a los científicos a creer que Mount Hood se formó de la misma manera que otros volcanes andesitas.
Mientras que las erupciones construyeron la base del Monte Hood, la erosión y la erosión han formado la montaña visible. El movimiento de los glaciares desde la cima de la montaña ayuda a romper la roca que forma su forma. Estos movimientos atraviesan cúpulas de lava para permitir que el nuevo flujo escape.
Mientras los científicos consideran que el Monte Hood es un volcán activo, esperan que sus próximas erupciones incluyan pequeños flujos de lava. Los modelos indican que es probable que una erupción no cause daños importantes en Portland, Oregon, a solo 45 millas de distancia.