Según la Enciclopedia Británica, los ventifactos se forman cuando la arena arrastrada por el viento u otras partículas erosionan la superficie de la piedra, dando como resultado facetas pulidas y aplanadas. Estas facetas se cortan en secuencia y se correlacionan con la dirección El viento que soplaba el sonido que los erosionaba. Los ventiladores se encuentran principalmente en regiones áridas o áreas con poca o ninguna vegetación.
Con la erosión subsiguiente, la piedra puede perder su equilibrio, exponiendo otra superficie a los efectos del viento. Los ventiladores se forman principalmente a partir de rocas duras en condiciones áridas extremas. Según la Asociación Internacional de Geomorfología, los ventifactos prosperan en áreas con abundante arena y viento que exceden el umbral necesario para el movimiento de arena. En la mayoría de los casos, su forma y naturaleza dependen de la composición, forma y textura de la roca original. Contrariamente a lo que mucha gente cree, los ventifactos no necesitan ser grandes. Dependiendo de cómo se formen, pueden ser pequeñas piedras planas que encajan fácilmente en la palma o el tamaño de un remolque. Es común que la textura de los ventifactos sea el resultado de variaciones en la dureza petrológica o mineralógica presentes en la roca. Por otro lado, también puede ser el resultado de la textura primaria de la roca.