Los científicos no están de acuerdo en cómo se forman las nuevas especies; ni siquiera están de acuerdo en una definición única para el término “especie”. Algunos sospechan que se forman nuevas especies cuando una población de individuos se aísla reproductivamente de otros de su especie. Con el tiempo, aparecen mutaciones en el código genético que impregnan la población aislada, lo que hace que surja una nueva especie.
Otros científicos proponen que las especies pueden surgir cuando una población dentro de una especie comienza a cambiar lo suficiente como para que no compita o coopere con la población original. En algún momento, el cambio de población se convierte en una nueva especie. Esto ocurre a menudo a medida que las especies cambian su morfología y comportamiento.
Otro factor que puede causar la formación de especies es la selección sexual. Un subconjunto de organismos dentro de una población puede comenzar a encontrar atractivos rasgos diferentes o puede adoptar nuevos comportamientos de cortejo que no son efectivos con la especie en general.
La selección artificial, que se produce cuando los humanos crían organismos de forma selectiva para mejorar los rasgos deseables, probablemente hace que aparezcan nuevas especies. Sin embargo, no siempre está claro cuándo ha surgido una nueva especie con esta técnica. Por ejemplo, los caniches y los pastores alemanes son la misma especie, pero son claramente diferentes variedades del animal.
