En la atmósfera, las corrientes de convección se producen debido al calentamiento de la superficie de la Tierra por la energía radiante del sol. A medida que el aire cerca del suelo se calienta, se vuelve menos denso y aumenta. Más frío, el aire denso cae a la superficie donde la tierra la calienta, creando un ciclo.
Las corrientes de convección juegan un papel importante en los patrones climáticos de la Tierra. Son responsables de vientos y precipitaciones. El aire caliente de la superficie de la Tierra lleva vapor de agua hacia la atmósfera. A medida que el aire se enfría, su capacidad para retener el agua disminuye, por lo que el vapor forma nubes. En el océano, el calentamiento por convección es responsable de las corrientes oceánicas, que también afectan los patrones climáticos.
Las corrientes de convección ocurren en el magma de la Tierra. Estas corrientes impulsan la tectónica de placas. La descomposición radioactiva en el núcleo de la Tierra produce suficiente calor para derretir las rocas que forman el magma. El calentamiento hace que el líquido suba hacia la superficie y rompa la corteza continental y oceánica en más de 12 placas rígidas. Las corrientes de convección hacen que las placas se extiendan, y el magma de enfriamiento forma nuevas rocas. En los extremos opuestos de las placas, en las zonas convergentes, el movimiento empuja los bordes de las placas bajo tierra, donde se funden y reciclan para formar más magma.