Los ejercicios terapéuticos, así como los cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar y reducir el consumo de cafeína y alcohol, pueden ayudar a curar la taquicardia o la frecuencia cardíaca rápida. La taquicardia a menudo se rectifica sin tratamiento ni tratamiento médico. Según la Asociación Americana del Corazón.
Un médico puede recomendar ejercicios terapéuticos para tratar la taquicardia, como presionar suavemente los globos oculares con los ojos cerrados o mantener las fosas nasales cerradas mientras sopla aire por la nariz, aconseja la American Heart Association. Además, la inmersión repentina en agua fría puede ayudar si los episodios son frecuentes o prolongados. Un masaje del seno carotídeo es una forma de tratamiento que consiste en aplicar presión en el área del cuello donde la arteria carótida se divide en dos ramas. Debido a que existe un riesgo de coágulos sanguíneos con este procedimiento, siempre debe ser realizado por un profesional de la salud.
Otras formas de disminuir el ritmo cardíaco son las maniobras vagales, según la Clínica Mayo. Estos son movimientos físicos simples realizados durante un episodio de una frecuencia cardíaca rápida. Las maniobras vagales consisten en toser, poner una bolsa de hielo en la cara o agacharse como si tuviese una evacuación intestinal. Se pueden prescribir medicamentos si las maniobras vagales no funcionan. Una inyección de medicación antiarrítmica puede restablecer la frecuencia cardíaca normal y existen recetas de pastillas que el médico puede prescribir. Algunas prescripciones antiarrítmicas funcionan para evitar que se produzcan episodios cuando se toman regularmente. en algunos casos, un médico puede recomendar un marcapasos, un desfibrilador cardioversor implantable o una cirugía a corazón abierto.