La extirpación de los pólipos uterinos puede causar cólicos leves y sangrado inmediatamente después del procedimiento. Las complicaciones resultantes de la histeroscopia son raras, pero incluyen perforación del útero, sangrado, infección, daño en el tracto urinario o digestivo y reacciones negativas a la anestesia, según eMedicineHealth.
Los pólipos uterinos pueden causar sangrado menstrual irregular o abundante, sangrado anormal entre los períodos menstruales e infertilidad, afirma la Clínica Cleveland. También existe el riesgo de que los pólipos sean cancerosos. La extirpación de los pólipos conlleva muy poco riesgo de complicaciones y puede proporcionar beneficios como la eliminación de síntomas y el tratamiento de la infertilidad. Durante una histeroscopia, el médico inserta un tubo largo y delgado con una luz para examinar el útero. Un médico puede realizar una histeroscopia para diagnosticar pólipos, extirparlos u obtener una muestra para detectar cáncer.
Los medicamentos pueden ser útiles para controlar los síntomas de los pólipos uterinos, pero no son una solución permanente. Si los pólipos causan síntomas severos o causan aborto espontáneo o infertilidad, se recomienda la extracción quirúrgica, explica la Clínica Cleveland. Para extirpar los pólipos durante una histeroscopia, el médico usa el legrado para raspar los pólipos. Si el legrado no tiene éxito en la eliminación de los pólipos o si resultan ser cancerosos, puede ser necesaria una histerectomía. Este procedimiento implica la extracción completa del útero.