La investigación propone que 47 o más especies de tortugas marinas se comuniquen utilizando una forma de sonido. El propósito de hacer el sonido es establecer su posición social, encontrar la ubicación de otras tortugas o crear señales reproductivas.
Las tortugas marinas comienzan a comunicarse en sus huevos antes de que eclosionen. Los investigadores observaron huevos de tortuga baula en México y detectaron 300 sonidos diferentes. Llevaron a cabo su investigación el día 51, que es cuando se desarrollaron las orejas de las tortugas. Es importante que las tortugas bebés aprendan a comunicarse temprano, ya que los adultos usan los ruidos para mostrarles dónde migrar después de la eclosión. Las tortugas utilizan chirridos, gruñidos y sonidos híbridos complicados para relacionarse entre sí. La contaminación acústica, como el tráfico de barcos, puede confundir a los bebés y hacer que se desvíen de la ruta de migración prevista.
La evidencia muestra que colocar a las tortugas marinas en cautiverio a veces hace que dejen de comunicarse, lo que puede poner en peligro su vida o impedir que se reproduzcan. Las tortugas marinas generalmente anidan en áreas aisladas. Sin embargo, cuando estas áreas son habitadas por personas, las tortugas marinas se ponen en riesgo. Una forma de salvar la disminución de la población de tortugas marinas es crear áreas de conservación para ellas donde puedan reproducirse y vivir en su hábitat natural lejos de los humanos y otras amenazas.