Los murciélagos viven en una variedad de lugares frescos y oscuros, como cuevas, grietas de árboles y rocas, áticos y cobertizos. Los murciélagos pasan todo el día durmiendo y se aventuran durante las horas nocturnas. Hibernan en el invierno debido a la escasez de alimentos durante los meses más fríos.
Los murciélagos que descansan en cuevas suelen hacerlo en grupos grandes. En ciertas áreas, es común encontrar grupos de murciélagos que suman millones o más. Se posan en lugares altos en cuevas, por lo que es importante que los excursionistas y exploradores estén conscientes de sus alrededores cuando entren en estas áreas oscuras.
Según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), los murciélagos son extremadamente útiles para el ecosistema, pero también se sabe que son portadores de enfermedades que causan enfermedades y muerte en los seres humanos. Se sabe que los murciélagos transmiten la rabia, una enfermedad infecciosa que también se encuentra en perros, mapaches y zorrillos. Los murciélagos pueden transmitir la rabia a los humanos a través de picaduras o si su saliva entra en contacto con un corte abierto o un rasguño.
Los murciélagos cuelgan boca abajo cuando duermen. Sus músculos no se contraen al colgar, por lo que esta posición es completamente cómoda. Además, las garras del murciélago contienen un mecanismo de bloqueo especial que les permite permanecer firmemente agarradas cuando están colgadas boca abajo, incluso si el murciélago ha muerto.