La forma más sencilla de saber si algo es de cobre es su apariencia, que es un tono rojizo único antes de la oxidación. Su color se vuelve verde cuando se oxida. El cobre también tiene varias otras propiedades notables, como un alto nivel de conductividad térmica y eléctrica, así como fortalezas específicas contra una variedad de tensiones. El cobre es extremadamente común en el uso humano, tanto en tuberías en su forma pura como en aleaciones como el latón y el bronce en formas como picaportes y esculturas.
Si la apariencia de un objeto no muestra que sea de cobre, o si alguien sospecha que es solo un revestimiento de cobre o pintura, hay otras formas de verificarlo. Las formas menos destructivas son pesarlo o verificar su conductividad eléctrica. El cobre pesa alrededor de 0,3 onzas por centímetro cúbico, por lo que si uno tiene una manera fácil de calcular el volumen de material, podrá predecir el peso de un objeto de cobre. El potencial eléctrico estándar del cobre es 0.522 voltios o 0.345 voltios, según el tipo. Esto puede ser engañoso, sin embargo, porque una capa suficientemente gruesa de cobre conducirá la electricidad por sí misma. El cobre puro es relativamente suave y se raya fácilmente con herramientas de acero comunes.