La edad de un gato puede determinarse examinándola en busca de signos de madurez sexual y observando sus dientes, bata y ojos. La presencia de dientes de leche y la cantidad de manchas en los dientes son indicios de la edad. Varios comportamientos y características físicas son indicativos de la madurez sexual, que ocurre aproximadamente a los cinco meses. Los cambios en la piel y los ojos se pueden utilizar como indicadores generales de la edad aproximada.
Los gatitos tienen dientes de leche que emergen en sus primeras dos o cuatro semanas de vida. Estos dientes son reemplazados por dientes permanentes cuando tienen entre tres y cuatro meses de edad. Cuanto más viejo es un gato, más manchas es probable que tenga en los dientes. Estas manchas resultan de la acumulación de sarro, que aumenta con la edad. Si el dueño de un gato ha brindado atención dental con diligencia, la acumulación de sarro puede no ser un buen indicador de la edad.
Los gatos machos marcan su territorio rociando y desarrollan testículos más prominentes cuando alcanzan la madurez sexual. Las hembras primero entran en calor durante este tiempo. Se vuelven muy vocales, usando un aullido distintivo cuando están en celo.
Los gatitos tienen un pelaje fino, suave y fino que se vuelve más grueso y grueso con la edad. Los gatos más viejos pueden tener manchas de gris o blanco en su pelaje. Los ojos de un gatito también son más claros que los de un gato más viejo, sin rasgarse o descargarse.