Los perros que padecen la enfermedad de Cushing canina tienen síntomas como aumento de la sed, aumento de la micción, aumento del jadeo, aumento del hambre, obesidad, almohadillas de grasa en los hombros o el cuello, pérdida de cabello, son letárgicos, tienen barriga, tienen dificultad para dormir tienen músculos débiles, puntos negros, piel más delgada y pueden tener áreas escamosas blancas duras, según PetMD. Los perros que se cree que tienen la enfermedad de Cushing o presentan alguno de estos síntomas deben tratarse de inmediato.
La mayoría de las veces, la enfermedad de Cushing es causada por un tumor hipofisario, aunque el tumor generalmente no es canceroso y es benigno. A veces, sin embargo, los problemas de las glándulas suprarrenales o el uso de glucocorticoides pueden causar la enfermedad de Cushing. El diagnóstico consiste en realizar pruebas para determinar los niveles de cortisona y una prueba de proporción de cortisol a creatinina con la orina, señala PetMD.
Una vez que se haya diagnosticado la enfermedad de Cushing, el tratamiento deberá comenzar de inmediato. El tratamiento varía según el tipo de enfermedad de Cushing que tenga el perro. El tratamiento más común administrado es Lysodern, Mitotane o Trilostane. Algunas veces también se usa ketoconazol, señala la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad del Estado de Washington. Si el perro tenía un tumor canceroso, el tratamiento también involucrará la extirpación quirúrgica del tumor. La mayoría de los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Cushing en perros pueden tener efectos secundarios peligrosos, por lo que los perros deben ser vigilados de cerca. Con tratamiento, la mayoría de los perros pueden vivir una vida normal y saludable.