Las plantas obtienen energía del sol y usan dióxido de carbono y agua en el proceso llamado fotosíntesis para producir energía en forma de azúcares. Los animales utilizan los azúcares proporcionados por las plantas y otros organismos para producir energía en forma de trifosfato de adenosina (ATP).
Todos los organismos vivos obtienen su materia y energía del medio ambiente, ya sea del aire, suelo, agua o comida. Los científicos idearon la Pirámide de Energía para explicar cómo se mueve la energía a través de la cadena alimentaria. La pirámide contiene productores, consumidores primarios, consumidores secundarios y consumidores terciarios. Los productores, como las plantas, están en la base de la pirámide. Los productores no consumen otros organismos para obtener energía. Los consumidores primarios dependen de las plantas para su energía y los consumidores secundarios dependen de las plantas para su energía. En la parte superior de la pirámide están los consumidores terciarios, o descomponedores, que obtienen energía de los consumidores secundarios. Los descomponedores descomponen los organismos en descomposición para obtener su energía. Las células en los organismos vivos requieren energía para mantener sus estructuras y funciones, así como para crecer y reproducirse. Los organismos vivos también producen energía eléctrica y pueden hacer copias de las moléculas de ADN mediante el uso de ATP. La energía también se utiliza para mover los músculos y transportar señales desde el cerebro a diferentes nervios.