La deriva continental es causada por el movimiento de las placas tectónicas sobre las que se encuentran los continentes. La deriva continental ha ocurrido continuamente a lo largo del tiempo y continúa haciéndolo hoy. Según estimaciones aproximadas, Europa y América del Norte se alejan entre sí unos 2,5 centímetros por año.
El concepto de deriva continental fue presentado por Alfred Wegener a principios del siglo XX. Al observar las similitudes de la forma de las costas a lo largo de Sudamérica y África, Wegener teorizó que en un momento dado, los dos continentes se habían unido. Encontrar fósiles de las mismas formas de vida en ambas costas confirmó esta sospecha. Otros trabajos han indicado que un supercontinente, llamado Pangea, existió hace 200 o 240 millones de años.