Existen cuatro tipos diferentes de protistas, y cada tipo obtiene energía de los alimentos de manera diferente. Dependiendo de la categoría, la luz solar, los productos químicos, los alimentos de fuera del cuerpo y la creación de enzimas digestivas son formas en que estas Los organismos ingieren los nutrientes que necesitan.
Los heterótrofos son organismos que no pueden producir su propio alimento. Los protistas heterotróficos también se conocen como detritívoros, lo que significa que se alimentan de los restos de material animal y vegetal fallecido. Los alimentos que ingieren se combinan con las enzimas digestivas para liberar los nutrientes que necesitan en sus sistemas.
Otro tipo de protista heterótrofo envía sus enzimas digestivas a su entorno. Una vez que las enzimas han interactuado con la materia vegetal y animal que lo rodea, este tipo de protista absorbe los nutrientes a través de su membrana. Esto es similar al primer tipo de protista heterótrofo, pero este tipo carece de una boca a través de la cual extraer nutrientes.
Los autótrofos pueden producir sus propios alimentos y nutrientes internamente. Un tipo de protista autótrofo utiliza el proceso de fotosíntesis. La luz solar proporciona la energía para las reacciones químicas dentro del protista, y la glucosa emerge para alimentar al organismo.
El otro tipo de protista autótrofo usa reacciones químicas dentro de su cuerpo para producir nutrientes, pero estas reacciones químicas pueden funcionar incluso en ausencia de luz.