Las máquinas facilitan el trabajo al cambiar la fuerza sobre un objeto. El trabajo ocurre cuando un individuo aplica fuerza a un objeto, y cuando se usa una máquina, la máquina aplica la fuerza al objeto en lugar de el individuo.
Las máquinas también pueden reducir la cantidad de tiempo que lleva realizar una acción al aumentar la fuerza de un objeto. Un ejemplo de una máquina simple es un par de alicates. Cuando los dos extremos grandes de los alicates se aprietan, los extremos más pequeños se juntan para aplicar una fuerza mayor para cortar un objeto. Esta fuerza es mayor de lo que un individuo podría pellizcar.