Una resistencia de derivación funciona al medir la corriente directa o alterna que fluye en un circuito eléctrico a través de la caída de voltaje que se genera a través de la resistencia. También conocido como una derivación actual o una derivación de amperímetro, este dispositivo de precisión utiliza el principio de la Ley de Ohm, que se representa matemáticamente mediante la ecuación V = I x R, donde "V" indica voltaje, "I" indica la corriente y "R" es resistencia. Las unidades estándar para voltaje, corriente y resistencia son voltios, amperios y ohmios, respectivamente.
La funcionalidad de las resistencias de derivación generalmente se indica en términos de su clasificación de corriente, voltaje de salida, deriva de resistencia, precisión de resistencia y clasificación de potencia o reducción de potencia. Los amperímetros modernos se diseñan típicamente con una resistencia de derivación a bordo o preinstalada. Esta disposición permite que la carga de corriente completa fluya a través de la derivación del amperímetro, donde la caída de voltaje que se produce a través de la resistencia se mide mediante un convertidor analógico a digital incorporado. La lectura eléctrica se muestra en un monitor digital.
Los amperímetros tradicionales, mientras tanto, requieren una resistencia de derivación externa. Esta configuración implica una conexión paralela de la resistencia de derivación con la bobina de un galvanómetro analógico, que es un tipo de amperímetro. Esta configuración es común en los vehículos de motor. El concepto detrás de la aplicación es que solo una pequeña parte de la corriente medida fluye a través del galvanómetro, mientras que el resto pasa a través de la resistencia de derivación. La propiedad de baja resistencia de las resistencias de derivación permite medir grandes corrientes sin dañar el galvanómetro.