Según la Escuela de Ingeniería del MIT, una batería proporciona una carga eléctrica debido a las reacciones químicas que tienen lugar en su interior una vez que se conecta a un circuito eléctrico. Cuando un circuito conecta el positivo Los polos negativos, el ánodo y el cátodo dentro de la batería reaccionan con el medio electrolito que separa los dos, produciendo un flujo de electrones. Esto crea una corriente eléctrica y proporciona energía.
Hay tres componentes principales dentro de una batería. El ánodo es el terminal cargado negativamente de la batería, mientras que el cátodo es el terminal cargado positivamente. El ánodo y el cátodo no están conectados directamente, pero ambos están en contacto con un líquido o pasta electrolítica que permite que los electrones pasen de uno a otro. Cuando se conecta en un circuito, el ánodo reacciona con el electrólito para liberar electrones, y el cátodo reacciona con el electrólito para absorberlos. Esto produce un flujo unidireccional de electricidad a través del circuito hasta que se agota el medio electrolito.
En las baterías que no son recargables, los componentes sufren cambios químicos irreversibles a medida que se descarga la electricidad. Una vez que el electrolito de la batería se agota, la batería ya no puede producir electricidad. Las baterías recargables utilizan una reacción química reversible, lo que permite que la batería vuelva a su estado inicial cuando se recarga con una corriente.