¿Cómo era la vida durante la Primera Guerra Mundial?

La vida durante la Primera Guerra Mundial se caracterizó por la ineludibilidad del conflicto; los soldados enfrentaron un peligro inminente y condiciones insalubres de trincheras, mientras que los civiles se ocuparon del racionamiento, las evacuaciones y los ataques aéreos. Durante este tiempo, naciones enteras se unieron para apoyar sus respectivos esfuerzos de guerra. Además, la guerra trajo muchas oportunidades para las mujeres, que intervinieron para cumplir los roles sociales y económicos de los hombres desplegados para combatir.

La vida de los soldados durante la Primera Guerra Mundial fue dura. Las trincheras eran espacios oscuros, sucios y extremadamente confinados. Las raciones de comida eran usualmente sin sabor y monótonas. Los largos períodos de tiempo entre batallas podrían ser aburridos y tediosos, pero también eran peligrosos. Los "descansos" de una batalla a la siguiente estaban llenos de "desperdicio", disparos regulares de disparos de francotiradores y cañones. La atención médica extensa no estaba disponible. En el espacio estrecho y húmedo de las trincheras, las enfermedades, como la tuberculosis, se propagan rápidamente.

La vida civil también se centró en la guerra. Las ciudades vivían bajo el perpetuo miedo a los ataques aéreos. Las familias en Europa tenían que adherirse a un sistema de racionamiento muy estricto para que los hombres en el frente de guerra tuvieran suficientes suministros. Las cantidades de carne, pan y verduras eran muy limitadas. La ropa también estaba racionada; las mujeres a menudo tendrían que ir sin medias.

La guerra fue una oportunidad socioeconómica única para las mujeres. Debido a que los hombres salieron de sus hogares para pelear, las mujeres entraron en la fuerza laboral como nunca antes, realizando trabajos y ganando salarios que antes no estaban disponibles para ellos. Los trabajos más buscados se encontraban en la industria de las municiones, donde las mujeres que fabrican armas tienen un fuerte sentido de orgullo al promover directamente el esfuerzo de guerra.