El papel desempeñado por Nelson Mandela en la historia moderna es el de un líder estratégico que ayudó a acabar con el apartheid y a llevar las elecciones y la democracia libres a Sudáfrica. La importancia de Mandela para la historia moderna se centra en su capacidad de recuperación en la frente a la extrema adversidad y su voluntad de principio de sacrificar su vida por sus creencias. Aunque fue encarcelado por traición por el gobierno del apartheid de Sudáfrica, la firme adhesión de Mandela a su causa ayudó a influir en la opinión mundial contra el régimen del apartheid y a imponer las sanciones internacionales que finalmente llevaron a su liberación y elección a la presidencia del país.
La clave de los logros políticos de Mandela fue su capacidad para influir en la opinión mundial y funcionar como una fuerza efectivamente persuasiva por sus acciones y su ejemplo. Experto en el uso del simbolismo en palabras y en hechos, se convirtió en un ícono de los derechos humanos. Sus estrategias de liderazgo pueden estudiarse como un modelo mediante el cual las fuerzas sociales complejas se pueden unir a través de diferentes dominios legales, políticos y económicos en una fuerza transformadora que altera a la nación.