Helio fue nombrado por Helios, el dios griego del Sol. Este elemento se descubrió por primera vez en el Sol en 1868 y fue nombrado por un astrónomo inglés, Sir Norman Lockyer.
El helio fue descubierto después de que el astrónomo francés Pierre-Jules-César Janssen notara una línea amarilla alrededor del Sol mientras estudiaba un eclipse solar. Lockyer sabía que la longitud de onda del color de esta línea, 587.49 nanómetros, no estaba asociada con ningún elemento conocido en la Tierra y llamó a este nuevo elemento helio. El helio no fue descubierto en la Tierra hasta 1895.
El helio, un gas no reactivo y no tóxico, solo constituye aproximadamente el 0,0005% de la atmósfera de la Tierra, pero es el segundo elemento más abundante en el universo detrás del hidrógeno.
