El ahorro de energía ayuda al medio ambiente de varias maneras, desde ralentizar la exploración de futuros suministros de energía hasta reducir la cantidad de emisiones que provienen de la operación de las centrales eléctricas. Cuanto más hogares hay. conservando activamente la energía, mayores serán los beneficios acumulativos para el entorno global.
Las centrales eléctricas de carbón siguen siendo una de las fuentes más comunes de electricidad en los Estados Unidos. Si bien la tecnología ha hecho que las emisiones sean más limpias que en las últimas décadas, particularmente con respecto al contenido de azufre, no hay manera de evitar que el dióxido de carbono y parte del material particulado entren a la atmósfera. Cuanto menos energía consuma la gente, menos carbón necesita quemar en esas plantas y menos contaminantes entran al aire.
La reducción de la cantidad de uso de la luz beneficia al medio ambiente de varias maneras. La luz no solo trae brillo al cielo en la noche, sino que representa una cantidad significativa de energía que se consume innecesariamente. Además de la reducción en el uso de electricidad, también hay menos bombillas usadas y listas para desechar en vertederos.
Reducir la cantidad de gas natural que ingresa al consumo de servicios públicos reduce la necesidad de probar métodos de exploración alternativos que puedan tener un efecto negativo en el medio ambiente, como el fracking.