Cuando los lagartos nacen de sus huevos, normalmente pueden cuidarse sin la necesidad de criar o ayudar a sus madres. Sin embargo, al mantener a los lagartos como mascotas, sus necesidades pueden variar mucho dependiendo de su raza. Por ejemplo, diferentes lagartos comen diferentes tipos de alimentos, como frutas, insectos y pequeños mamíferos.
Dado que hay más de 4,675 especies de lagartijas diferentes, cada una con hábitats, capacidades físicas y características diferentes, y requisitos de alimentos, es importante personalizar un hábitat y una dieta específicamente para las especies de lagartijas bebé.
Aparte de las dos especies de lagartos venenosos, el monstruo de Gila y el lagarto barbudo mexicano, la mayoría de los lagartos comen insectos como grillos, gusanos y productos cárnicos, mientras que otros consumen principalmente frutas, hojas y otra vegetación. Por lo tanto, es importante proporcionar a un lagarto bebé estas fuentes de alimentos para fomentar un buen crecimiento hasta la edad adulta.
En cuanto al hábitat, los lagartos habitan en diferentes entornos y tipos de hogares según la especie. Por ejemplo, las iguanas marinas pasan la mayor parte de sus vidas bajo el agua. Los geckos de tierra viven en ambientes de postres y pasan la mayor parte del día debajo de rocas y otras áreas sombreadas. Por lo tanto, dependiendo de la raza, es necesario proporcionar un hábitat sintético que sea similar a su hábitat natural.