Los microscopios cambian vidas al permitir que los científicos obtengan una mejor comprensión del mundo físico así como del cuerpo humano y la naturaleza de diversas enfermedades, lo que permite tecnologías mejoradas e innovaciones en el campo médico. Los hospitales y las clínicas a veces usan microscopios para diagnosticar con más precisión las enfermedades de los pacientes.
Un ejemplo de un descubrimiento importante con la capacidad de impactar vidas ocurrió cuando Robert Koch, un médico, usó un microscopio para descubrir que los bacilos causaban el cólera y la tuberculosis. Ambas enfermedades estaban entre las enfermedades más mortales en el momento del descubrimiento, y la realización de Koch fue un paso importante para descubrir cómo tratar ambas afecciones.
Edward B. Lewis, Eric Wieschaus y Christiane Nüsslein-Volhard fueron tres científicos que observaron moscas de la fruta bajo el microscopio para obtener información sobre la forma en que las células del huevo se desarrollan en organismos completos. La información que reunieron fue valiosa para comprender mejor la forma en que crecen y se desarrollan los organismos de todas las especies.
Hans y Zacharias Janssen inventaron el primer microscopio en 1590, según Microscope.com. Después de esta invención inicial, varios modelos de microscopios más avanzados se hicieron disponibles y permitieron observar más partes de la naturaleza que antes eran inaccesibles para el ojo humano. Por ejemplo, los virus, que no se pudieron observar utilizando microscopios anteriores porque son más pequeños que todos los tipos de células, se pueden observar con microscopios electrónicos de barrido.