¿Cómo afectó el imperialismo a la Primera Guerra Mundial?

El imperialismo afectó a la Primera Guerra Mundial de varias maneras, como la formación de alianzas políticas entre las naciones involucradas en la guerra y desviando la atención de los asuntos domésticos y hacia el mejoramiento económico logrado por las naciones que obtienen el control de las tierras africanas. Gran Bretaña, Estados Unidos, Rusia y Alemania actuaron como actores clave al involucrarse en el imperialismo durante la Primera Guerra Mundial. Trataron de obtener recursos críticos y establecer una presencia internacional a través del imperialismo, lo que también les permitió obtener control político.

El imperialismo comenzó mucho antes del inicio de la Primera Guerra Mundial, cuando Gran Bretaña tenía colonias en los Estados Unidos y España estableció colonias en América del Sur. Sin embargo, ambas naciones perdieron el control sobre sus adquisiciones en el extranjero. La pérdida de territorio resultó en una pérdida de recursos y materiales, y restringió las opciones comerciales para las naciones afectadas. En consecuencia, en la necesidad de nuevos productos crudos y suministros, los países europeos buscaron lugares para extender el crecimiento económico más cerca de casa. El continente africano resultó más lucrativo; las tierras no reclamadas prometían oportunidades económicas, pero también invitaban a competir por el dominio político. Gran Bretaña y Rusia, por ejemplo, los enemigos en la Primera Guerra Mundial, utilizaron tácticas imperialistas en intentos de apoderarse de grandes extensiones de tierra y, a su vez, obtener el control sobre áreas de tierra clave en el continente. Además de asegurar la tierra para sí mismos, Gran Bretaña y Rusia intentaron frenar la expansión de la otra mediante la recopilación de apoyo de otros países. Gran Bretaña intentó desacelerar el dominio ruso del este del Mediterráneo formando una alianza con Grecia, mientras que Rusia apeló a los países satélites que bordean Grecia para obtener apoyo.