Como resultado de las Cruzadas, Europa experimentó un tremendo crecimiento intelectual, un fortalecimiento de la clase mercantil a través de la expansión del comercio y el surgimiento de nuevas instituciones bancarias. Desafortunadamente, todos estos beneficios llegaron al Costo tremendo de vidas perdidas y fortunas.
El flujo de tráfico de Europa a Tierra Santa abrió las puertas a la expansión del comercio de bienes e ideas. Mientras Europa emergía de la Edad Oscura, el Este experimentaba una Edad de Oro intelectual. Los europeos fueron expuestos a nuevos conceptos en matemáticas, ingeniería y guerra, y llevaron estas ideas a casa cuando regresaron. Debido a que las Cruzadas se prolongaron durante más de dos siglos, hubo una necesidad de bienes y suministros. Los comerciantes que regresaban del este trajeron especias, frutas y otros productos, mientras que las materias primas fueron enviadas de regreso a Tierra Santa para ayudar a los cruzados que se quedaron. La clase de comerciantes aumentó en fuerza y se crearon nuevas instituciones bancarias para ayudar a mover grandes cantidades de dinero de manera segura.
Las Cruzadas provocaron el debilitamiento del sistema feudal, ya que muchos de los señores hereditarios murieron con sus hijos durante las campañas. Sin nadie más que heredar, las tierras fueron devueltas a la Corona. Las Cruzadas vieron bajas masivas en ambos lados. Millones murieron a través de las interminables guerras y el saqueo, y muchos más fueron llevados a la esclavitud, incluidos miles de niños.