Los humanos tienen un impacto relativamente negativo en el bioma de la sabana a través de la desertificación y el turismo. Sin embargo, el aumento del turismo ha tenido algunos impactos positivos, como el aumento de los esfuerzos de conservación, según la BBC.
La desertificación significa que la tierra está cada vez más seca, perdiendo gran parte de su vida vegetal y agua. Los seres humanos aceleran este proceso al permitir que los animales de granja pasten en el área, recolectando madera para los incendios o la construcción, eliminando la vegetación y cultivando de una manera insostenible. Estos pueden remediarse fácilmente controlando la forma en que los humanos usan la tierra y haciéndolo de manera sostenible, como mover a los animales a diferentes áreas antes de que causen daños por sobrepastoreo.
El turismo aumenta el tráfico de personas a través del área, lo que afecta el ciclo del agua y el medio ambiente. Para acomodar a los turistas es necesario construir caminos y permitir vehículos en la sabana, lo que lleva a la erosión de la vegetación y un aumento en la remoción de árboles para dejar espacio para los caminos. Cambiar el lugar donde va el agua afecta la vida vegetal y animal, ya que el agua debe desviarse de fuentes naturales para hidratar sitios turísticos, como los hoteles.
El aumento de los ingresos del turismo sí mejora algunos aspectos, especialmente el aumento de los fondos para la conservación. Estos esfuerzos de conservación ayudan a salvar a los animales y las plantas de ser totalmente invadidos por el turismo.