La política monetaria, establecida por el gobierno federal, afecta el desempleo al establecer tasas de inflación e influir en la demanda y producción de bienes y servicios. Además, tener precios estables y una alta demanda de productos alienta a las empresas a contratar trabajadores, lo que reduce las tasas de desempleo. En los Estados Unidos, la Reserva Federal tiene la responsabilidad de instituir una política monetaria nacional. Algunas veces, como durante las recesiones económicas, la Reserva Federal afirma su control mediante la implementación de medidas a largo y corto plazo para estimular la producción económica.
La Reserva Federal controla las situaciones económicas relacionadas con las esferas públicas y privadas. Tradicionalmente, realiza el control económico mediante el control de la tasa de fondos federales, que es la tasa que las instituciones crediticias se cobran entre sí por préstamos a corto plazo. Las tasas de inversión a corto plazo en última instancia influyen en las tasas de endeudamiento, que se refiere al dinero prestado por los compradores y consumidores de bienes y productos. Las tasas de inversión a corto plazo también influyen en las tasas a más largo plazo.
Tanto en los escenarios a corto como a largo plazo, las empresas y los consumidores buscan tasas de interés bajas, lo que les permite hacer inversiones. Las tasas de interés bajas dan como resultado tasas de endeudamiento más bajas, lo que permite a los inversionistas y empresas pedir prestado dinero y pagar préstamos en el futuro. El aumento de la actividad de los préstamos a su vez aumenta la demanda de bienes de mercado, lo que provoca que las empresas contraten trabajadores. Los trabajadores se benefician de salarios más altos y seguridad laboral, ya que las empresas pueden contratarlos y los retendrán para continuar satisfaciendo las demandas de los consumidores.