La pobreza relativa se utiliza para medir la riqueza en relación con otros miembros de una población distinta. Las mediciones de pobreza relativa contrastan con las mediciones de pobreza absoluta, que miden los niveles de pobreza en base a un estándar establecido que abarca a toda la población.
La pobreza relativa se usa con frecuencia para medir las disparidades de riqueza en las naciones más ricas. Dichos países ajustan la línea de pobreza para reflejar factores como el crecimiento económico, los cambios en la distribución del ingreso y el precio y la accesibilidad de los bienes y servicios necesarios. También puede cambiar según las percepciones sociales locales de lo que se necesita para mantener un cierto nivel de vida. Por el contrario, el nivel de pobreza absoluta, tal como lo establecen organizaciones como el Banco Mundial, se considera independiente del crecimiento de una sociedad o de los cambios en los niveles de distribución del ingreso. Si bien organizaciones como el Banco Mundial pueden ajustar las horas extraordinarias del nivel de pobreza absoluta, dichos ajustes se basan únicamente en el costo mundial de acceder a los bienes y servicios necesarios para la supervivencia. Para determinar la línea de pobreza basada en la pobreza relativa, los estadísticos utilizan métricas de desigualdad de ingresos, como el índice de Gini, el índice de Palma, el índice de 20:20, el índice de Hoover y el índice de Theil para calcular los niveles apropiados. Por ejemplo, el índice de Palma se puede utilizar para establecer niveles de pobreza basados en la distribución del producto interno bruto entre el 10 por ciento más rico y el 40 por ciento más pobre de las personas en un país determinado.