En psicología, las heurísticas son estrategias de pensamiento que guían las decisiones y los juicios que se hacen rápidamente. Estos juicios rápidos se basan en información aprendida y fácilmente disponible. Por ejemplo, si una persona observa que un automóvil avanza a gran velocidad hacia él, salta del camino sin necesidad de darle mucho pensamiento lógico. Esto se debe a que la mente recurre a experiencias o conocimientos pasados (mediante el uso de heurísticas) para hacer el juicio rápido para moverse.
Hay varios tipos de heurísticas; Un ejemplo es la disponibilidad heurística. Este atajo mental se basa en los ejemplos a los que se accede con mayor facilidad que vienen a la mente de alguien al emitir un juicio, como en el caso del automóvil. La heurística de disponibilidad protege a las personas del peligro, pero también puede llevar a sesgos. Por ejemplo, al comprar un vehículo nuevo, las personas pueden decidir ir con el que más han escuchado, pero puede que esta no sea la decisión más lógica.
La heurística representativa es otro ejemplo. Esta heurística gobierna el proceso de pensamiento que implica hacer asociaciones y comparaciones con modelos existentes. Estas comparaciones pueden ser útiles para algunos problemas, pero esto también puede llevar al tipo de sesgo que hace que las personas establezcan erróneamente la causa y el efecto. Por ejemplo, el sesgo representativo conduce a estereotipos erróneos.