Un ejemplo de funcionalismo estructural es una unidad familiar donde el padre trabaja en un trabajo fuera del hogar para recaudar dinero y la madre se queda en el hogar para cuidar a los niños.
El funcionalismo estructural, que también se conoce como funcionalismo, o la perspectiva funcionalista, es una de las fuerzas a gran escala que los sociólogos acreditan con la conformación de la sociedad. La otra es la teoría del conflicto. La macrosociología se ocupa del panorama general de las sociedades y de cómo se forman. Algunos de los eventos más grandes que dan forma a una sociedad son instituciones sociales, estructuras sociales y cambios en la política y la economía. Los macrosociólogos estudian los cambios importantes que influyen en las diferentes direcciones que toma una sociedad y cómo esos cambios afectan a las personas a nivel individual. La macrosociología, al igual que la microsociología, considera a la sociedad como una colección de partes que trabajan juntas para ayudar a una sociedad a funcionar como un todo. Los microsociólogos, por otro lado, estudian eventos de pequeña escala. Estudian las interacciones entre individuos, familias, compañeros de trabajo y comunidades para entender los motivos detrás de esas interacciones y lo que significan esas interacciones. La macrosociología y la microsociología estudian esencialmente las mismas interacciones, pero las ven a través de diferentes lentes. En conjunto, sus opiniones proporcionan una comprensión más compleja de cómo opera una sociedad en todos los niveles.
Facetas del funcionalismo
La macrosociología atribuye varias creencias y suposiciones principales al funcionalismo estructural. El funcionalismo afirma que la estabilidad social es una parte esencial de una sociedad fuerte y saludable y que son necesarias interacciones sociales y cooperación suficientes entre los miembros de una sociedad para dar estabilidad a la sociedad. Las diversas instituciones dentro de una sociedad desempeñan diferentes funciones para ayudar a lograr esa estabilidad social. El funcionalismo afirma que un cambio social lento es beneficioso para la salud de una sociedad, mientras que un cambio rápido puede dañar a la sociedad.
Orígenes del funcionalismo
El funcionalismo surgió en los siglos XVIII y XIX. Fue formada por la Revolución Francesa en 1789 y la Revolución Industrial en el siglo XIX. Tras la Revolución Francesa, que devastó a Francia, los miembros de la aristocracia en toda Europa se preocuparon de que se produjera la misma agitación social en sus países. Los intelectuales en ese momento también temían que el orden social se desintegrara. En la década de 1800, la Revolución Industrial aumentó esas preocupaciones. La prosperidad económica y las oportunidades laborales llevaron a las personas a acercarse a las ciudades. A medida que las poblaciones de la ciudad crecieron, la competencia por los recursos aumentó, lo que llevó a brotes de violencia y destrucción de propiedades.
Componentes de una sociedad estable
En respuesta a los eventos de las dos Revoluciones, los intelectuales afirmaron la necesidad de una estructura y orden social con reglas y regulaciones para fomentar la buena salud y la función. Su solución fue el funcionalismo, que controlaba el poder de los individuos a través de los dos mecanismos de socialización e integración social. La socialización enseña a las personas las reglas de su sociedad y por qué la cooperación es tan importante. La integración social conecta a las personas con instituciones sociales para promover la integración con la sociedad y desarrollar una apreciación de sus valores. Ejemplos de esto son la familia y la religión. Otra característica del funcionalismo es que desconfía del cambio social rápido. Los funcionalistas afirman que el cambio social rápido generalmente no tiene sentido y amenaza la paz y la estabilidad de la sociedad. Por esa razón, el funcionalismo se ve como una perspectiva conservadora que apoya el status quo. Junto con la teoría del conflicto, que afirma que la sociedad está formada por la desigualdad inherente en la clase, el género y otros factores, el funcionalismo explica la razón detrás de la función de una sociedad en gran escala.