¿Cómo afecta la deforestación al ciclo del agua?

La deforestación afecta el ciclo del agua al liberar vapor de agua a la atmósfera. Sin los árboles y la otra vegetación necesaria para mantener la integridad del suelo, las tierras boscosas pueden convertirse rápidamente en un desierto árido que carece de la humedad necesaria para mantener lagos y ríos locales.

El ciclo del agua es un sistema complejo que mantiene el agua de la Tierra en un estado de circulación continua. Los árboles y las áreas boscosas desempeñan un papel importante dentro del ciclo del agua y pueden ser un factor importante para determinar el clima local y las precipitaciones y para mantener las condiciones del suelo que determinan el flujo de la corriente e incluso las tasas de evaporación. La pérdida de áreas boscosas puede tener un efecto profundo en la forma en que el ciclo del agua transfiere el agua entre el suelo y la atmósfera a escala regional o incluso global.

Los árboles no solo desempeñan un papel importante en el mantenimiento de la calidad del agua, sino que también transmiten la humedad del suelo a la atmósfera a través de un proceso conocido como transpiración. Los árboles también son depósitos de humedad, con los árboles y la vegetación de la selva amazónica que contienen más de la mitad del agua del ecosistema local. La deforestación resulta en una erosión más rápida del suelo y puede resultar en grandes interrupciones en la escorrentía necesaria para reponer los arroyos y ríos locales.