Según la Clínica Cleveland, los fumadores experimentan menos resistencia, menos rendimiento físico y más lesiones y complicaciones. Fumar causa efectos a corto y largo plazo en el rendimiento físico.
Para lograr la condición física máxima, según la Clínica Cleveland, el corazón, los pulmones y los músculos de una persona necesitan sangre rica en oxígeno. Los químicos dañinos en el humo del tabaco se unen a los glóbulos rojos y desplazan el oxígeno, causando un aumento en el ácido láctico, la fatiga muscular, la respiración pesada y el dolor. Esto disminuye la resistencia física, lo que afecta negativamente no solo el rendimiento en los deportes sino también las actividades cotidianas, como subir escaleras. La frecuencia cardíaca en reposo de un fumador es más alta que la de un no fumador porque el corazón debe trabajar más para entregar oxígeno al resto del cuerpo. Los estudios de resistencia física muestran que los fumadores obtienen menos beneficios del entrenamiento físico, tienen menos fuerza muscular y flexibilidad, y experimentan dificultad para respirar. Los fumadores también tienen el doble de probabilidades de sufrir una lesión y requieren más tiempo para curarse después de una lesión. Fumar entre los adultos jóvenes puede detener el crecimiento muscular y el desarrollo de los pulmones, que también afectan negativamente el rendimiento físico. Fumar causa no solo un rendimiento físico deficiente sino también una salud general deficiente. Sin embargo, afortunadamente, muchos efectos del hábito de fumar pueden revertirse después de que la persona deja de fumar.