El estrés afecta el rendimiento deportivo tanto de manera negativa como positiva. En la cantidad correcta, el estrés ayuda a un atleta a tener un rendimiento óptimo. Cuando está bajo mucho estrés, un atleta puede desarrollar ansiedad en el rendimiento, lo que es perjudicial para la salud general y restringe la capacidad del atleta para competir de manera relajada, segura y enfocada.
Eustress es el tipo de estrés positivo. Se deriva del desafío de participar en deportes que son divertidos pero difíciles. Este tipo de estrés motiva a un atleta y proporciona una chispa saludable para el rendimiento deportivo.
La angustia es el tipo negativo de estrés. Surge cuando un atleta debe adaptarse a demasiadas demandas negativas. La lucha continua con la angustia puede agotar la energía y la unidad de un atleta para rendir a un nivel alto.
Varias cosas pueden ayudar a un atleta a sobrellevar el estrés. Primero, debe comer y dormir bien, especialmente antes de un partido o partido. También debe aprender y practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la relación muscular, la visualización y el diálogo interno positivo. Además, un atleta debe participar en algún tipo de actividad física que no sea el deporte en el que actualmente está involucrado. Finalmente, un atleta no debe esperar la perfección ni detenerse en los errores. Cada atleta comete errores de vez en cuando.