El agua se convierte en vapor cuando se calienta a una temperatura de 212 grados Fahrenheit. Esa temperatura equivale a 100 grados Celsius o 373.15 grados Kelvin.
El vapor es el estado gaseoso del agua. Se forma cuando el agua hierve y es técnicamente invisible, aunque una persona puede vislumbrarla brevemente cuando se mezcla con aire más fresco y forma gotas de agua en forma de niebla.
El vapor tiene muchos propósitos, incluida la generación de electricidad y la esterilización del suelo. También sirve como tratamiento de madera y concreto y trabaja en autoclaves para esterilizar equipos médicos y de laboratorio con alta presión. En el hogar, el vapor limpia pisos, alfombras y cocina alimentos.