Una persona cuya temperatura corporal es superior a 99 grados Fahrenheit por la mañana tiene fiebre. En cualquier momento del día, una temperatura superior a 100 grados Fahrenheit indica fiebre.
La temperatura normal del cuerpo sigue cambiando según la hora del día. El hipotálamo es la parte del cuerpo que determina la temperatura corporal. Cuando experimenta una temperatura más alta de lo normal, la fiebre comienza a desarrollarse. Los síntomas asociados con la fiebre incluyen escalofríos, sudoración, dolor de cabeza, inquietud, dolores musculares, erupción, debilidad y falta de apetito. La fiebre grave puede provocar confusión, irritabilidad y convulsiones.