La preparación para una ecografía que consiste en examinar el bazo, el páncreas, el hígado o la vesícula biliar requiere ingerir una comida sin grasa la noche anterior a la prueba y ayunar hasta el inicio del examen, señala Healthline. Los médicos generalmente permiten que las personas beban agua antes de un ultrasonido y les instruyen sobre las dosis adecuadas de medicamentos, si corresponde.
Para prepararse para una ecografía que se centra en el abdomen, los médicos suelen recomendar a las personas que eviten comer algo durante ocho a 12 horas antes de la prueba para evitar el bloqueo de las ondas de sonido, explica Healthline. Esto permite al técnico de ultrasonido, conocido como ecografista, obtener imágenes claras del abdomen. Antes de tomar un ultrasonido, una persona debe informar a su médico si está tomando medicamentos recetados o de venta libre y suplementos de hierbas.
Una ecografía toma imágenes en vivo de los órganos internos, vasos y tejidos del cuerpo utilizando ondas de sonido de alta frecuencia, afirma Healthline. El ecografista frota una gelatina lubricante sobre la piel y luego presiona un transductor de ultrasonido que transmite ondas de sonido de alta frecuencia que reflejan los órganos o huesos del cuerpo y envía ecos a una computadora.
Una ecografía no representa ningún riesgo porque no usa radiación, según Healthline. La mayoría de los médicos usan esta prueba para ver un feto en desarrollo en una mujer embarazada. También ordenan la prueba para diagnosticar síntomas como dolor e hinchazón.