No hay evidencia científica de que existan vampiros. No hay casos documentados de personas que se levanten de entre los muertos y se alimenten de la sangre de los vivos. Si bien la prueba absoluta de que los vampiros nunca han existido es imposible, lo más probable es que sean completamente ficticios.
Hay personas que fantasean con ser vampiros. Existen clubes de vampiros y bares temáticos de vampiros, donde la gente puede vestirse y beber bebidas de color sangre. En casos extremos, los aspirantes a vampiros beben una pequeña cantidad de sangre de donantes dispuestos. También ha habido casos de asesinos en serie que bebieron la sangre de sus víctimas, a menudo ganándoles el apodo de "Vampiro".