Los antibióticos son generalmente efectivos en el tratamiento de bacterias cocos grampositivas, según los manuales de Merck. Sin embargo, algunas cepas han desarrollado una resistencia a los antibióticos. Por ejemplo, Staphylococcus aureus resistente a la meticilina, o MRSA, es resistente a muchos antimicrobianos, como la penicilina y la amoxicilina, explica Drugs.com. Los antibióticos alternativos utilizados para tratar el SARM incluyen linezolid, clindamicina y vancomicina.
Otros cocos grampositivos que han desarrollado resistencia a los antibióticos incluyen vancomicina intermedia y Staphylococcus aureus resistente a vancomicina, Enterococcus faecium y Staphylococcus aureus resistente a la meticilina adquirida en la comunidad, según Drugs.com La resistencia a los antibióticos se desarrolla debido al mal uso de los antibióticos y puede resultar en infecciones no tratables y potencialmente mortales. MRSA, por ejemplo, se asocia con el síndrome de shock tóxico, neumonía, meningitis e infecciones de la piel.
Las bacterias cocos grampositivas suelen causar infecciones en la piel, septicemia y neumonía, según los Manuales de Merck, pero generalmente solo causan infecciones cuando llegan a partes normalmente estériles del cuerpo. Algunas bacterias grampositivas, como Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes, liberan exotoxinas en el cuerpo, lo que resulta en un síndrome de shock tóxico. En estos casos, los pacientes pueden necesitar líquidos, irrigación de heridas y otros cuidados de apoyo además de tratamientos con antibióticos.
Cuando las bacterias se vuelven resistentes a los antibióticos que antes eran efectivos, el médico tiene opciones limitadas para tratamientos alternativos. Según Drugs.com, solo se han desarrollado dos nuevos tipos de antibióticos desde la década de 1960: oxazolidinonas, como linezolid, y lipopéptidos, como daptomicina.