Según Kids Health, la respuesta corta es no, beber gaseosas no impide el crecimiento de los niños. Sin embargo, consumir bebidas con grandes cantidades de azúcar y cafeína puede tener consecuencias negativas para la salud.
La revista de prevención explica que la cafeína puede causar aumentos transitorios en el ritmo cardíaco y la presión arterial. Si se consume demasiado cerca de la hora de acostarse, la cafeína puede causar insomnio. Más preocupante que la cafeína es el contenido de azúcar de los refrescos no dietéticos. Kids Health afirma que el exceso de azúcar en la dieta conduce a la caries dental y, lo que es peor, a la obesidad. La American Heart Association está de acuerdo en que aumenta el riesgo de una persona de desarrollar obesidad y diabetes.
La cafeína y el azúcar también pueden empeorar la hiperactividad en niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o ADHD. Finalmente, los estudios sugieren que las personas que beben bebidas con alto contenido de fosfatos, como las colas, tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales.