El bicarbonato de sodio no tiene un efecto directo en el crecimiento de las plantas. Aplicado en y alrededor de las plantas, sin embargo, disuade plagas, enfermedades y malezas.
Una mezcla de mitad de bicarbonato de sodio y media harina espolvoreada sobre plantas de col, col y brócoli mata los gusanos de la col que comen las hojas de estas plantas. La aplicación de una capa gruesa de bicarbonato de sodio elimina las malas hierbas entre las grietas en una acera o en áreas pequeñas de un césped o jardín. Una cucharadita de bicarbonato de sodio disuelto en un litro de agua y rociado en las plantas evita el crecimiento de hongos. El mildiú polvoriento, que es problemático para la calabaza, los pepinos, las zinnias y las lilas y otras plantas, se trata combinando un galón de agua con una cucharadita de bicarbonato de sodio, aceite vegetal y líquido para lavar platos y rociándolo directamente sobre la vegetación. p>