La insuficiencia cardíaca que no ha respondido a la terapia estándar, como medicamentos o cirugía, es una indicación para un trasplante de corazón, según MedlinePlus. En general, el 80 por ciento de los pacientes que reciben un corazón trasplantado están vivos dos años después del procedimiento, y el 70 por ciento están vivos después de cinco años. La principal barrera para un trasplante exitoso es el rechazo del corazón del donante. Si los médicos pueden controlar el rechazo, el tiempo de supervivencia general aumenta a 10 años.
Un trasplante de corazón es un procedimiento para salvar vidas en el que un cirujano extrae un corazón dañado o enfermo de un paciente y lo reemplaza por un corazón de donante sano, explica MedlinePlus. Los riesgos del trasplante incluyen coágulos de sangre, accidentes cerebrovasculares, problemas del ritmo cardíaco, enfermedad arterial coronaria y ataques cardíacos. Además, los medicamentos antirrechazo que suprimen el sistema inmunológico dejan al paciente más susceptible a infecciones, cáncer, problemas renales o hepáticos y adelgazamiento de los huesos. El paciente debe tomar estos medicamentos por el resto de su vida.
No todos los pacientes con insuficiencia cardíaca avanzada son candidatos para un trasplante de corazón, informa MedlinePlus. Algunos pacientes no son elegibles para el procedimiento debido a la edad avanzada, mala nutrición o afecciones médicas preexistentes, como el cáncer; VIH; hipertensión pulmonar; o enfermedad renal, hepática o nerviosa. Las personas que tienen demencia o diabetes dependiente de la insulina, que abusan de drogas o alcohol, o que han tenido un accidente cerebrovascular generalmente también están excluidas.
Encontrar un corazón donante también es muy difícil. A partir de 2012, aproximadamente 5 millones de estadounidenses sufrían de insuficiencia cardíaca, sin embargo, solo unos 2.000 corazones de donantes estuvieron disponibles cada año, informa Popular Science.