Se atribuye al físico Ernst Ruska y al ingeniero alemán Max Knoll la creación del primer microscopio electrónico en 1932. Permitió a los investigadores una mayor ampliación y resolución que los microscopios de luz tradicionales.
La teoría del microscopio electrónico se basó en el trabajo de Hermann von Helmholtz y Ernst Abbe, dos físicos. Plantearon que había longitudes de onda que eran "más pequeñas que la luz" y, por lo tanto, invisibles a simple vista. Esta fue la primera teoría de los electrones.
Siguiendo a Abbe y von Helmholtz, un candidato a doctorado llamado Louis de Broglie desarrolló ecuaciones que finalmente conducirían al descubrimiento de las ondas de electrones. Él teorizó que cada partícula produce una onda de electrones a una frecuencia particular.
Usando lentes magnéticas que dirigen electrones, estas ondas de electrones fueron finalmente capturadas y luego dirigidas a objetos. Al dirigir los electrones a un objeto y medir la frecuencia con la que se recuperan, se puede formar una imagen. Esto llevó al primer microscopio electrónico.