El descubrimiento de que la Tierra es redonda se atribuye más comúnmente al antiguo filósofo griego Pitágoras, mientras que el mérito de probarlo generalmente se le otorga a Aristóteles. Parece que la mayoría de los filósofos griegos que lo siguieron Creía en una Tierra redonda. Dado que los registros de esa época no son perfectos, es muy posible que alguien antes de él fuera consciente de la forma redonda de la Tierra.
Aristóteles demostró que la Tierra era redonda basándose en una variedad de pruebas: la curvatura del horizonte, la forma en que aparecen las constelaciones en el cielo y la forma en que una nave desaparece en el horizonte, por ejemplo. Contrariamente a la creencia popular, Cristóbal Colón no descubrió que la Tierra era redonda, y no se produjo ningún debate sobre la forma de la Tierra en preparación para su viaje; más bien, la circunferencia de la Tierra era lo que estaba en discusión.