La circunferencia de la Tierra, medida a lo largo de una línea de longitud, es un poco menos de 24,860 millas. Sin embargo, la circunferencia ecuatorial de la Tierra es algo mayor, con un poco menos de 24,902 millas. Esta diferencia es el resultado de la rotación del planeta.
A medida que la Tierra gira sobre su eje, la fuerza centrífuga a lo largo de una línea perpendicular a sus polos empuja el ecuador hacia un bulto. Lo contrario sucede en los polos, lo que le da al planeta una forma ligeramente aplanada. Técnicamente, la Tierra no es una verdadera esfera, sino un esferoide oblato. Sin embargo, la diferencia es menor y muy difícil de percibir desde la superficie del planeta.
