La quema de papel es un cambio químico, ya que las propiedades de identificación de los componentes que forman el papel cambian. El cambio es que se forma material nuevo que no existía antes.
Hay cuatro pistas para indicar que se ha producido un cambio químico: se emite un gas, puede aparecer un nuevo color, se emite calor y luz, y se forma un precipitado. Cada una de las pistas muestra que se ha formado una nueva sustancia y, por lo tanto, se ha producido un cambio químico. En contraste, un cambio físico es un cambio en las propiedades físicas sin cambiar la identidad del elemento. El agua hirviendo, la congelación y la evaporación son ejemplos de cambios físicos.