Los dos venenos más peligrosos y de acción rápida son el cianuro de hidrógeno y la toxina botulínica, que pueden matar muy rápidamente, según Planet Deadly y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas. La velocidad con la que matan los venenos depende de la dosis y la ruta de entrada.
El cianuro de hidrógeno es un compuesto simple, explica la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas. Este químico mortal es líquido a temperatura ambiente y puede ser fácilmente aerosolizado o dividido en pequeñas gotas en el aire. La ruta de entrada más mortal es la inhalación. La inhalación de más de 3 gramos de esta sustancia se considera fatal para un ser humano en menos de un minuto.
La toxina botulínica es producida por la bacteria Clostridium botulinum. Se estima que menos de 1 nanogramo por kilogramo inyectado directamente en el torrente sanguíneo es suficiente para matar a una persona en varios días, afirma Planet Deadly. Este medicamento induce la parálisis de todos los músculos del cuerpo, lo que hace que el corazón y el sistema respiratorio del individuo dejen de funcionar Esta toxina mortal es el ingrediente principal de Botox, que es un tratamiento antienvejecimiento. La toxina botulínica también se usa para mejorar la calidad de vida de las personas que padecen una variedad de enfermedades, como la incontinencia urinaria y las migrañas crónicas.