La forma más efectiva de detener los incendios forestales es prevenirlos antes de que empiecen a utilizar técnicas como el raleo de bosques y las quemaduras prescritas. Una vez que comienza un incendio forestal, los bomberos eliminan el combustible potencial en la trayectoria del incendio, creando lo que se conoce como un cortafuegos.
Los bomberos implementan una serie de tecnologías que pueden ayudarlos a prevenir y planificar incendios forestales. Los modelos de computadora se utilizan para predecir cómo se mueven y se comportan los incendios forestales con la ayuda de imágenes satelitales adquiridas de los satélites de observación terrestre Landsat. Estos modelos tienen en cuenta diversos factores, como el clima actual, la topografía y el combustible potencial. En 2013, el primer avión no tripulado Predator se utilizó para recopilar información para ayudar a los bomberos a determinar cómo asignar recursos para combatir incendios.
Los camiones de bomberos, bomberos, excavadoras y aviones son algunos de los recursos típicos utilizados en la lucha contra incendios forestales. Los bomberos crean cortafuegos quitando el pincel seco y la hierba de las franjas de tierra cerca del fuego. En algunos casos, en realidad crean incendios por sí mismos para eliminar el combustible en una técnica de combustión controlada conocida como contrafuerte. Las aeronaves como los helicópteros se usan para arrojar agua y espuma supresora al fuego, mientras que los aviones cisterna a menudo dejan caer productos químicos retardantes de llama.
Los incendios forestales son una parte natural del ciclo ecológico, y muchas plantas realmente requieren fuego para reproducirse. Esto significa que las quemaduras controladas pueden ayudar al medio ambiente y prevenir desastres más grandes.