A partir de febrero de 2015, el sistema económico del Egipto moderno se basa en el capitalismo de libre mercado. Es un socio comercial importante para muchos países europeos y del Medio Oriente.
La economía de Egipto estuvo una vez fuertemente centralizada bajo el control del gobierno de Abdel Nasser. Tras las presidencias de Anwar el-Sadat y Hosni Mubarak, la economía de Egipto se liberalizó en gran medida. Hoy acoge con satisfacción la inversión extranjera y tiene crecientes vínculos económicos con Turquía, la India y su principal socio comercial, la Unión Europea. El turismo sigue siendo una industria importante, pero se ha visto afectada en los últimos años por la inestabilidad política.