Las tres religiones más antiguas de China, el confucianismo, el taoísmo y el budismo, comparten un énfasis en los códigos de conducta éticos como medio para armonizar a sus seguidores con el universo. El confucianismo y el taoísmo están más estrechamente relacionados con mutuamente, ya que sus fundadores son vistos como hombres mortales ordinarios aunque muy sabios y no como profetas o líderes espirituales.
En el budismo, el objetivo es escapar del ciclo de la reencarnación eliminando los apegos a los placeres materiales y las posesiones. Mientras tanto, el taoísmo y el confucianismo no buscan escapar del mundo material sino vivir en armonía con él. Las dos últimas religiones han sido objeto de represión por parte de los gobiernos más recientes de China.